1 o 2 solomillos de cerdo, de unos 400 g cada uno
1,5 - 2 Kg de sal especial para horno o cocinar a la sal
Precalentamos el horno a 220º C. Preparamos una fuente apta para el horno con una capa gruesa de sal. Colocamos los solomillos encima y cubrimos con más sal. Humedecemos ligeramente la superficie con unas gotas de agua y presionamos con las manos. Introducimos al horno unos 45 minutos o hasta que la costra de sal comience a agrietarse.
Retiramos del horno, sacamos los solomillos retirando la costra de sal, y si quedase algo pegado, podemos retirarlo con una brocha de cocina. Cortamos en rodajas y servimos acompañado de la salsa y la guarnición que queramos.
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