300 g de harina de repostería
200 g de mantequilla
100 g de azúcar
Juntamos todos los ingredientes hasta que se forme una masa, hacemos bolas pequeñas, las colocamos en una bandeja de horno con papel sulfurizado y las aplastamos ligeramente con un tenedor. Las llevamos al horno durante unos 15 minutos hasta que estén doraditas. Retiramos, dejamos enfriar y listas para comer. Para los más golosos, mientras estén calientes las podemos rebozar en azúcar con canela. Más fácil, imposible.
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